"No es verdad. El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban...El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se ha visto en verano, ver de día lo que se vio de noche, con el sol lo que antes se vio bajo la lluvia, ver la siembra verdeante, el fruto maduro, la piedra que ha cambiado de lugar, la sombra que aquí no estaba. Hay que volver a los pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino."

José Saramago


Todas las fotografías que aparecen en este blog sin el crédito correspondiente han sido tomadas por el autor.

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miércoles, 23 de septiembre de 2015

Leonora Carrington y las coincidencias de la vida

Hace algunas semanas terminaba el libro que escribió Elena Poniatowska sobre la vida extraordinaria de la pintora Leonora Carrington. En uno de los capitulos mencionaba que Leonora podía comunicarse con todos los animales y con todas las razas de perros excepto con una: los pastor alemán. 
El sábado pasado de camino a la casa de campo encontramos una hermosa cachorra que estaba perdida. La conexión fue inmediata, la miramos a los ojos y ella nos miró y no sé por qué en ese momento recordé a Leonora Carrington y decidí llamarla así. Leonora llegó a cambiar toda nuestra comodidad, energía, orden, pero también nos llenó de compañía, nos seguía a todos lados, sus lenguetazos nos despertaban en la madrugada y no había un solo momento del día y noche que se apartara de nosotros. Sin embargo Leonora tenía dueños, y además la estaban buscando desesperadamente pues la mamá de la cachorra estaba muy deprimida. Cuando llamé al dueño le dije: – nosotros tenemos a Leonora, puede pasar por ella a casa– y el me contestó: Leonora se llama mi esposa, la perrita se llama Chela. 
Nos despedimos de Leonora tristemente, pero pensamos en lo contenta que se pondría ella y la mamá al reunirse nuevamente.
 
Leonora

Jordi Boldó  y Esmeralda Torres con Leonora. Desde la antigua calle del árbol. Septiembre 2015.

 
Jordi Boldó y Esmeralda Torres con Marita M. Escultura de Leonora Carrington, explanada de rectoría de la UAQ. octubre 2015.

5 comentarios:

Inma_Luna dijo...

Cuanto amor por estos seres especiales.
Contenta se pondría su dueña.
Muchos besitos

LE CHEMIN DES GRANDS JARDINS dijo...

Quelle belle histoire. Vous êtes une famille de cœur. Sauver un animal est une geste de grande humanité car notre monde actuel est violence. Je comprends votre déchirement lorsque vous avez du rendre ce magnifique chiot mais ce n'est que partie remise, comme on dit en France. La vie vous offrira un autre chien.
La photo est celle d'un instant d'amour partagé en famille et il restera dans votre mémoire.
Je te remercie de ton passage amical sur mon blog et je t'embrasse en toute amitié.

Roger

Jesús Cuenca dijo...

Los animales nos permiten disfrutar el momento presente. Nos conectan con el sentir. Sus miradas hablan. Hacen compañía. Son intuitivos y sus movimientos son pura expresión. Yo tengo una ya adulta, que a veces, sin decirle nada, escoge la ruta para pasear que he pensado. Al igual que algunos cuadros que ellos deciden la dirección que toman. Bueno veo que el arte y los animales se mezclan. No me extraña que Leonora tuviera el don de comunicarse con ellos por su gran sensibilidad.
La escultura de Leonora con vuestra compañía, una maravilla.
Saludos desde Barcelona.

alp dijo...

Bonita historia... Curiosamente, mi anterior entrada está dedicada a los perrillos... Espero que te guste... Un saludo desde Murcia....

Conchi dijo...

Hola Esmeralda, a través del blog de Inma-Luna he llegado al tuyo y me gusta, tienes unas fotos estupendas, así que si no te importa me quedo y te invito a que pases por el mío si te apetece.

Un abrazo.