"No es verdad. El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban...El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se ha visto en verano, ver de día lo que se vio de noche, con el sol lo que antes se vio bajo la lluvia, ver la siembra verdeante, el fruto maduro, la piedra que ha cambiado de lugar, la sombra que aquí no estaba. Hay que volver a los pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino."

José Saramago


Todas las fotografías que aparecen en este blog sin el crédito correspondiente han sido tomadas por el autor.

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lunes, 14 de noviembre de 2016

Oaxaca

Oaxaca sabe a chocolate, a mole, a hoja santa, a mezcal y comino, a clavo, chapulines y pan dulce. Oaxaca tiene ceibas o pochotes, ahuehuetes, flor de mayo. Su tierra roja  y su cantera verde. Oaxaca se tiñe con azul añil y grana de cochinilla. Oaxaca tiene a sus mujeres, que tejen, moldean, cocinan, bailan, cantan, sonrien; mujeres que lloran que gritan. Oaxaca se pinta a traves de Tamayo, Toledo, Rodolfo Morales, de graffitis y de protestas. Oaxaca y sus pueblos, mercados, artesanías, tlayudas, tasajo, quesillo, memelas y nísperos, agaves y organos. Oaxaca y el barro negro, el telar de cintura, los alebrijes, el papel amate, los maizales y las montañas. Oaxaca y sus flores, la virgen de la Soledad, su nieve con sabor a petalos de rosas. Oaxaca de escorpiones, sandias y perros callejeros; Oaxaca de madera, de oro, de sueños. Oaxaca y sus macetas en forma de animales.
Oaxaca de sol ardiente y noches frias. 
Oaxaca de mis amores.


Maizales de San Agustín Etla, Oaxaca. Noviembre 2016

 

 Cinco moles oaxaqueños: mole negro, rojillo, mole verde, mole amarillo y mole almendrado. Oaxaca, Oax. Noviembre 2016

 

 Miradas de mis andadas. Mosaico diseñado por Francisco Toledo, fabrica de papel del Centro de las Artes El CASA, San Agustín Etla, Oaxaca. Noviembre 2016

 
Macetas en Wooden Box, San Agustín Etla, Oaxaca.  Artesania de Atzompa, Oaxaca. Noviembre de 2016 
 

 Jordi Boldó y Esmeralda Torres en Wooden Box, San Agustín Etla, Oaxaca. Noviembre 2016

 

 Santo Domingo, Oaxaca. Noviembre 2016




miércoles, 10 de febrero de 2016

Naturaleza

Busco esos rincones de la naturaleza que son refugios para el alma. Allí veo al sol nacer, el sonido del mar acompaña mi caminata, el canto de aves despierta mi corazón y puedo respirar ese aire que es como un café doble expresso.

 Estero, San José del Cabo
 
 San José del Cabo

 El chapuzón, Estero San José del Cabo

 Estero San José del Cabo

Fotografía Jordi Boldó. Febrero 2016. San José del Cabo.

lunes, 11 de enero de 2016

El abrazo




"El abrazo" de Helena Almeida. Museo Carrillo Gil de la ciudad de México. Fotografía de Jordi Boldó. Diciembre del 2015. 

jueves, 26 de noviembre de 2015

lunes, 9 de noviembre de 2015

Bugambilia

Ni tan blanco, ni tan negro, ni tan gris, más bien bugambilia.

Morelia Michoacán. Noviembre 2015.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Ofrenda del Día de Muertos

De todas las tradiciones que existen en mi México querido, la que más espero es la del Dia de muertos. Me gusta el colorido con el que se visten los altares, el olor de las flores de cempasúchil que atraen a los espiritus, las veladoras que iluminan el camino de los que por único día, regresan a estos rincones terrenales. El papel picado, los objetos simbólicos de aquellos que ya se marcharon, la comida que les gustaba, las calaveras de dulce y por supuesto el tequilita o mezcal que no puede faltar en las ofrendas de este día. Sin ir más allá de lo que es una creencia, mito o tradición, yo me quedo con la magia que envuelve este ritual y con la manera tan particular en que año con año recuerdo a mis seres queridos que ya partieron.
Gracias a Marita por ayudarme a colocar la ofrenda de este año. 


  
Jordi Boldó, Esmeralda Torres y Marita M. Noviembre 2015.
     



                                      

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Leonora Carrington y las coincidencias de la vida

Hace algunas semanas terminaba el libro que escribió Elena Poniatowska sobre la vida extraordinaria de la pintora Leonora Carrington. En uno de los capitulos mencionaba que Leonora podía comunicarse con todos los animales y con todas las razas de perros excepto con una: los pastor alemán. 
El sábado pasado de camino a la casa de campo encontramos una hermosa cachorra que estaba perdida. La conexión fue inmediata, la miramos a los ojos y ella nos miró y no sé por qué en ese momento recordé a Leonora Carrington y decidí llamarla así. Leonora llegó a cambiar toda nuestra comodidad, energía, orden, pero también nos llenó de compañía, nos seguía a todos lados, sus lenguetazos nos despertaban en la madrugada y no había un solo momento del día y noche que se apartara de nosotros. Sin embargo Leonora tenía dueños, y además la estaban buscando desesperadamente pues la mamá de la cachorra estaba muy deprimida. Cuando llamé al dueño le dije: – nosotros tenemos a Leonora, puede pasar por ella a casa– y el me contestó: Leonora se llama mi esposa, la perrita se llama Chela. 
Nos despedimos de Leonora tristemente, pero pensamos en lo contenta que se pondría ella y la mamá al reunirse nuevamente.
 
Leonora

Jordi Boldó  y Esmeralda Torres con Leonora. Desde la antigua calle del árbol. Septiembre 2015.

 
Jordi Boldó y Esmeralda Torres con Marita M. Escultura de Leonora Carrington, explanada de rectoría de la UAQ. octubre 2015.

martes, 25 de agosto de 2015

Pátzcuaro

Pátzcuaro huele a lluvia, a madera, a piedra, a historia. Pasé unos días allí para presentar mi exposición Hola y adiós. Caminé por el mercado, las iglesias, las plazas. El antiguo Colegio Jesuita es un recinto silencioso y sus paredes blancas guardan algunas calas y mapas geográficos. Los artesanos tejen palma e hilos, moldean el barro y las mujeres bordan unos hermosos cojines. Sin más tiempo que el justo y con una fuerte infección estomacal, tuve que regresar sin poder visitar nuevamente el poblado de Tzintzuntzan y sus milenarios olivos cargados de tiempo y memoria.

Templo de San Francisco. Pátzcuaro, Michoacán. 


    Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita

 Cala dentro del Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita

 Detalle de la fuente del torito. Pátzcuaro, Michoacán. 

Jordi Boldó y Esmeralda Torres, agosto 2015. Pátzcuaro, Michoacán.

lunes, 10 de agosto de 2015

Adiós, me fui con todo y hebra...

Este verano viajamos al sureste y a la península de Yucatán. El pretexto, llevar un cuadro de 240 x 300 cms y visitar a mi alma gemela. Esperabamos lluvias en el camino, mucho tráfico y revisiones militares. Nada de eso sucedió.  Los cultivos acompañaban nuestro camino, plantios de aguacate, plátano, rambután, enormes sandías, melón y por supuesto mucho maíz. Nos hospedamos en una hermosa casa que me recordó a las pozas de Edward James en Xilitla. La vista era hermosa, estabamos rodeados de cerros y de campos de siembra, escuchabamos los gallos a primera hora, ladraban los perros, las campanas de la iglesia nos avisaban que ya había amanecido y el olor a leña invadía el aire. Probamos unos deliciosos pasteles, compartimos una tarde tomando té de zacate de limón con miel. Compartimos también ratos de silencio, otros escuchando reggae, hablando de pintura, de comida, de Frida y Diego, de los animalitos de barro. Descubrí que mi animal en el signo maya es la tortuga, aunque Jordi dice que soy un pajarito. Recorrimos otros 700 kms más para llegar al mar, para respirar un clima que llega a los 40 grados pero donde nos esperaban hermosos atardeceres y una casa en construcción llena de ilusiones y de futuro. El mar arrulló nuestros sueños, el sol traspasaba nuestra piel y un pedazo de selva dormía con nosotros. Nos bañamos bajo la lluvia, comimos caracol, pitahaya, nances y dormimos con un par de pulgas de ojos grandes y sonrisas memorables.
Regreso con los ojos llenos de paisajes, con el agradecimiento de poder ver como el sol duerme en el mar, de sentir la lluvia, de contemplar la luna, pero sobre todo, regreso con el corazón lleno de mi gente.


Adiós, me fui con todo y hebra. Del proyecto Hola y adiós. Mixta / loneta de algodón. 240 x 300 cms. 2014.

San Cristobal de las Casas. Chiapas. 

Detalle de la iglesia de Santo Domingo. San Cristobal de las Casas. Chiapas. 

San Cristobal de las Casas. Chiapas. 

Jordi Boldó y Esmeralda Torres, verano 2015. San Cristobal de las Casas. Chiapas. 

Jordi Boldó y Esmeralda Torres, verano 2015. San Cristobal de las Casas. Chiapas. Colección: Miradas de mis andadas.



 San Juan Chamula. Chiapas. 



Detalle de la iglesia de  San Juan Chamula. Chiapas. 

Mujeres de  San Juan Chamula. Chiapas. 

Mujeres de Zinacantán. Chiapas 

 Playa de Champotón. Campeche. 

 Jordi Boldó, Esmeralda Torres y una pulguita amada.Verano 2015. Campeche.

Campeche

Campeche. 


lunes, 29 de junio de 2015

Maguey-rosa

Se cansó de ser lo mismo durante toda su vida, así que en sus últimos días, se convirtió en una rosa.


Zona Arqueológica Ranas, San Joaquín, Querétaro, marzo 2015.

 Zona Arqueológica Ranas, San Joaquín, Querétaro, marzo 2015.

lunes, 15 de junio de 2015

Un domingo en la ciudad de México.

Anunciaban tres exposiciones: Enrique Climent en el Museo de la Ciudad, Mathias Goeritz en el Palacio de Cultura Banamex y Vicente Rojo en el MUAC. Después de un trayecto de 2 horas con treinta minutos llegamos al centro de una de las ciudades más caóticas de este país. El centro de esta urbe en domingo es muy distinto a cualquier otro dia de la semana. Las calles y avenidas principales están tomadas por ciclistas, deportistas, gente que pasea, baila, canta y muchos pero muchos vendedores ambulantes. La plancha del Zócalo estaba convertida en estadio de beisbol y miles de personas se preparaban para disfrutar de un Derby de Jonrones. Caminamos y recorrimos las arterias que nos llevaban de un museo a otro, se esperaba una marcha de maestros así que había cientos de policias alineados por donde quiera. Dificil encontrar a alguien conocido en esa ciudad, pero nos topamos con dos queridos amigos que observaban a detalle cada pieza de Goeritz. Era medio día y nos dirijimos al sur, y después de visitar la exposición de Vicente Rojo, terminamos sentados en el estacionamiento del Campus de la UNAM donde comimos tortilla de papas, panqué de platano, chocolate amargo con naranja y té verde. Y al final, como buena provinciana, anciaba salir de ese maravilloso y complejo caos para regresar a mi Querétaro lindo, mejor conocido como la ciudad del bostezo.

Calle Hidalgo y Eje 1. Edificio de Correos, la Latino y Bellas Artes.

 El Palacio de Hierro, calle 20 de noviembre.


 Palacio Nacional. Zócalo.

 Palacio Nacional, balcón presidencial. Zócalo.


 Catedral, Zócalo.

 Calle Madero, Casa de los Azulejos.

 Bellas Artes. Jordi Boldó y Marita M. Junio 2015

 Av. Juárez, Centro. 

 Detalle del Edifico de Correos.

 
Jordi Boldó, Esmeralda Torres, Tomás Parra y Virginia Varela. Fotografía de Marita M. Junio 2015

 Marita M y Esmeralda Torres. Fotografía de Jordi Boldó. Junio 2015

 
Jordi Boldó y Esmeralda Torres. Amor de banqueta en el Campus de la UNAM. Fotografía de Marita M. Junio 2015